Leaving New York... never easy

Juntos para siempre, felices y alegres



Si hay que poner una etiqueta a este día, podríamos tacharlo como el día en el que no salió nada de lo que nos propusimos. Para empezar, teníamos que mover el coche a las 7:30 bajo riesgo de multa y de acabar el coche en el depósito. Nos despertamos media hora después, aunque, por suerte, nuestro coche segúia debajo de la ventana cuando fuimos a por él. Lo dejamos en un aparcamiento de pago, apoquinando la broma por 20 dólares. El problema de tener una sola habitación para cinco personas es que también tenemos sólo un baño, y como somos unos chicos muy limpios, nos tiramos una eternidad hasta que el último sale aseado. A ello sumamos el contratiempo de rehacer la maleta y revisar la habitación doce veces, por lo que era poco antes de mediodía cuando salimos del hotel tras dejar las maletas en recepción.

Una vez en Times Square descubrí algo que achacan a los países subdesarrollados: En Nueva York se regatea a la hora de comprar en gran parte de los negocios. Así, por una videocámara que marcaba 800 dólares en su etiqueta, hemos pagado 200. La cámara no es gran cosa ni mucho menos para valer eso, es mucho peor que la que yo tenía, pero esperamos que al menos pueda seguir adelante nuestro proyecto salvando el pequeño bache sin documentación audiovisual. Eran las 14:00 cuando decidimos que había llegado la hora de comer sin haber desayunado. Por primera vez desde que pisamos suelo americano comimos una pizza.


Saldadas todas nuestras cuentas con el hotel, llegaba la hora de que Charly tuviera por fin su maleta tras tres días sin cambiarse de ropa. El hotel notificaba que no había recibido ninguna maleta, por lo que fuimos directos al aeropuerto previa llamada a esa panda de incompetentes. Pensábamos estar después de comer en Boston, eran las 18:00 y no habíamos salido de Nueva York. En el aeropuerto nos esperaba una nueva sopresa: la compañía aérea se había vuelto a equivocar y la maleta no era la de Charly, sino de otra persona. Su maleta supuestamente está rodando con sus ruedecitas por los corredores del aeropuerto de Dublín en estos momentos. A cambio de esta gran putada le ofrecen la posibilidad de gastarse 75 dólares diarios durante tres días para subsanar las molestias causadas, dinero que supuestamente será reembolsado en un incierto futuro. Se comprometieron a devolverle su maleta o a darla por perdida en un plazo de cuatro semanas y devolverle en metálico el valor de los objetos perdidos. Bonitas palabras que no sirven de nada, podéis imaginaros el estado de ánimos de Charly con respecto a ese tema.


No acabó con el mejor pie la despedida de Nueva York, y sin embargo se podía notar en nuestros rostros cierto aire de melancolía al abandonar la ciudad. Algo de nosotros se quedaba en sus calles, pero la travesía debía empezar. Nos esperaba lo desconocido, la emoción de sentir el asfalto de las autopistas estadounidenses... vivir la aventura en movimiento.


Durante el trayecto hacia Boston descubrimos las carreteras americanas de primera y segunda. Comprendimos a los catalanes y el calvario de pagar peaje cada dos por tres cuando de coger una carretera en condiciones se trata. En numerosas ocasiones nos hemos desviado de la interestatal y hemos cogido una secundaria, en la que hemos descubierto la esencia americana: una carretera interminable que atravesaba todos los pueblos de la ruta de principio a fin, casitas majas todas ellas con yarda propia y números de portal altísimos, semáforos cada trescientos metros y áreas de servicio con mc Donalds, Dunkin Donuts, Burger King y demás inventario de la dieta yankee. Chusy personalmente acabó hasta las narices -léase cojones- de la esencia americana.




Poco antes de la medianoche llegamos al hotel. Se encuentra en Farmingham, un pueblo a treinta kilómetros de la capital, y se trata de un hotel con todo el encanto que no hay en nuestra tierra, de esos que se ven en las películas: casitas bajas en hilera y coches aparcados en la puerta. Queríamos celebrar nuestro primer viaje en una cervecería cercana, pero el tipo se negaba a servirnos una cerveza si no le enseñábamos el pasaporte. Inaudito.


- Pero ¿Se puede saber la razón de esto?

- Esto es Massachusets, tío - contestó de la manera más chovinista posible.

Teníamos el coche a cincuenta metros y podíamos haberlos sacado, pero con estúpidos de ese calibre hubiéramos preferido tener una recortada en el maletero y montar una matanza de película. El sueño nos podía y decidimos irnos a dormir. No había sido el día más productivo, pero nos quedaba tanto por ver...

DATOS DE INTERÉS:
- Lo mejor para moverse por las carreteras del estado es un vehículo, pues hay muchos puntos interesantes de América fuera de toda ruta de autobús o tren; y equipado con GPS, le será útil para no perderse por las rutas urbanas.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Espero que lo esteis pasando de p.... madre y que todo sea de risas carlos lode la maleta valla tela pero bueno son experiencias asi que nada un fuerte abrazo a todos !!!
LUI$ (negro )

el violador de camioneros dijo...

MC DOLAR $$$$$$$!!!!!!!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

JOER CHARLY, QUE PUTADA SIN MALETA!QUE INCOMPETENTES!. NO TODOS LOS PLANES SALEN COMO SE QUIERE, LO IMPORTANTE ES QUE ESTAIS JUNTOS EN TODO Y SE OS VE MUY BIEN.
POR CIERTO BOLA, MI MAS SINCERO ENHORABUENA POR COMO ESTAS ESCRIBIENDO EL BLOCK, SE NOTA QUE ERES UN GRAN PERIODISTA.
CHUSI NO QUERIAS CARRERTERA, PUES TOMA CARRETERA
ANIMO TIOS,MIL BESOS PARA TODOS. OS QUEREMOS
ME DAIS MIL ENVIDIA. ISA (XUSI)

Anónimo dijo...

lo q teniais que haber echo es haberle dado en to la cabeza con una jarra de cerveza, asi veras como la siguiente vez no os piden el pasaporte jajajja, pobre charly, dejarle algo de ropa al xaval que se cambie, que el es muy limpio XDDDDD un abrazo enanos.
Alfonso

Anónimo dijo...

Lo del pasaporte es normal, lo suelen pedir siempre a la hora de pedir consumiciones o entrar en locales. Yo lo llevaría siempre encima.

Anónimo dijo...

MI CAMISETA DEL MADRID...CAPUYO!

Rocío dijo...

Que hijo de la gran!!! puto tabernero de mielda!!! montaros vuestra propia fiesta en el hotel! Chaurls....vuelta y vuelta con los calzones!!! ajaja
besitos mis ruteros!!!

Anónimo dijo...

Después de ver una del Tarantino otro gallo le hubiese cantado al tabernas, ese.....que blog más grande chavales, un colega del cuñao de uno :-)

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