Planning quasi-definitivo del viaje


El plan era el siguiente: recorrer Estados Unidos de costa a costa. Sobre una mesa de la Taberna La Fundación, planos, bolígrafos, un cuaderno que se convertiría en testigo de todo lo tratado en cada reunión, cervezas, tapas y guías de Estados Unidos. Justo en la presentación de Luke como cuarto pasajero de la Ruta, Chusy me llamaba por teléfono:

- Bola, cierra el cupo. Yo quiero ser el quinto pasajero.

Debería haber fotos de ese día, pero hay detalles que se pasan por alto sin saber que serán realmente significativos en un futuro. Fue en la segunda quincena de febrero, llevábamos hablándolo desde el verano pasado, pero esa reunión supuso la primera piedra de este proyecto. Tuve que explicar una vez más qué era la Ruta 66 y lo que había supuesto para el desarrollo y la vida en general de los Estados Unidos.

- Pues a mí me ha dicho un camionero que la Ruta 66 empieza en Nueva York y no en Chicago.
- Pues debe ser otra carretera, porque la 66 empieza en la Ciudad del Viento.

Podíamos haber hecho otra de las grandes rutas del mundo, pero esa noche en el Hard Pool el verano pasado nos marcó mucho. Con la lección aprendida, sabíamos el gordo de la teoría, pero nos costaba aún ponerlo en práctica. Había tantas cosas que ver, que 15 días se nos hacían cortos.

- Yo estuve calculando a pie de mapa el recorrido y nos sale un viaje de 25 días para verlo todo.
- Pues que sean 25 días, no se hable más.

Todo salía a pedir de boca, o al menos eso parecía según reflejaba nuestro semblante. Alrededor de la mítica 66 aparecían numerosas atracciones turísticas dignas de ver, y el kilometraje iba aumentando por momentos. Reservado el vuelo y alquilado el coche, incluso los 25 días se nos hacían cortos. Yo preparé un dossier bastante elaborado sobre las etapas de cada viaje y lo que había que ver en cada punto del camino, pero mi trabajo me impedía dedicarle el tiempo que necesitaba y el dossier se quedó sin terminar a la altura del tercer Springfield del camino. Luke, por su parte, a golpe de tiralíneas trazó un mapa envidiable, con alguna jornada extenuante de 700 kms., pero donde no hay rincón que queramos visitar que haya quedado fuera de nuestro alcance. Si queréis consultar cuál será nuestra ruta final, la podéis ver en este enlace:




Ver Nuestra Ruta 66 en un mapa más grande

- Oye, y el blog ¿cómo se llamará?
-Te dejamos que le pongas el nombre tú.

8.200 kilómetros de nuevo mundo, gente por conocer y anécdotas a cascoporro. Carretera sin señales. Sólo quedan dos días para nuestra marcha.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

La hostia!!
Hola, soy Juan. Llevo un tiempo programando mi particular aventura americana con tres amigos mas. Dos en moto y dos en coche. Agosto-septiembre 2011. 18 a 21 dias. Hemos estado mirando diferentes altenativas y me gusta mucho el plan que teneis de seguir por el Death Valley desde Las Vegas hasta el norte de California para despues bajar hasta LA. Ese giro me lo apunto. Saludos y suerte.

Anónimo dijo...

estais locos!!! que de cosas vais a ver!!!!!!

Router Boys dijo...

Alguien dijo miedo? Algunos nos tachan de que no veremos ciertas ciudades en todo su esplendor, pero desengañémonos! La Ruta 66 es el viaje y lo que en él te encuentras, no las ciudades. Si quiero ver Nueva York, ya le dedicaré un viaje específico. Here we are, here we go!

Anónimo dijo...

Que guapo es el chico de amarillo tiene Tuenti??

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